domingo, 25 de agosto de 2013

NOTICIAS DE ULTIMO MINUTO DE LA TALA ILEGAL EN ATALAYA

Nativos tienen una alternativa para combatir tala ilegal y narcotráfico
Martes, 15 de AGOSTO de 2013 | 4:30 am

Alerta. La certificación implica el máximo aprovechamiento de la madera con un corte del árbol de tal forma que al caer no cause mayor daño al bosque.

En Ucayali. Ashéninkas de Puerto Esperanza, en alianza empresarial, aprovecharán su bosque sin depredarlo. Recibirán por la madera monto anual de casi medio millón de soles durante próximos 20 años.
Liliana Rojas/
Fueron llegando de a pocos a Atalaya, allá por los años 50, con la esperanza de encontrar tierras para cazar y sembrar como sus ancestros. Huían de los efectos de la "fiebre del caucho" que había esclavizado a sus padres. Casi tres décadas después, a orillas del río Ucayali, estos ashéninkas crearon la comunidad  Puerto Esperanza.
Pero cuando parecía que habían logrado asentarse en un lugar seguro de Ucayali, surgió otro peligro: el terrorismo que enfrentaron con comités de autodefensa que hasta hoy mantienen, aunque su tarea ahora es evitar el acceso de los madereros ilegales y de las mafias del narcotráfico al territorio comunal.
Desde hace varios años, afirma el presidente de la Federación de Comunidades Nativas Ashéninkas de Atalaya, Carlos Vásquez, los madereros hacen de las suyas en Ucayali.
"Engañan a las comunidades. Como no tenemos dinero, nos dicen que paguemos su servicio de tala con madera extraída, pero finalmente nos pagan menos y hasta nos dejan de pagar", se queja el dirigente mientras nos muestra, desde el "pequepeque" donde viajamos, los enormes troncos colocados por madereros a orillas del Ucayali, listos para ser trasladados a Pucallpa para su transformación.  
El mayor potencial económico de las 150 comunidades nativas en Atalaya aún son sus bosques, pero no poseen los medios ni los conocimientos necesarios para aprovechar los recursos forestales sin depredarlos.
De esta situación, afirman,  sacan ventaja los madereros que no les pagan un precio justo por la madera y, al contrario, incluso, los dejan con deudas con el fisco.
En Puerto Esperanza los nativos viven de la caza, la pesca y la agricultura, cuyos productos comercializan, pero que no les alcanza para cubrir sus necesidades básicas. Por un kilo de arroz reciben apenas S/. 0.30.
No poseen agua potable ni alumbrado público. Tampoco servicio telefónico.
Los servicios de educación y salud son limitados. Hay una escuela con 6 profesores bilingües que dictan clases en primaria y en solo tres grados de secundaria. La población es muy joven: el 25% de los habitantes tienen entre 1 y 6 años.
Casi todas las mujeres adultas, dedicadas a la chacra y crianza de los hijos, son analfabetas. "Dije que tengo 30 años para tener mi DNI, pero no sé", se sincera Matilde en su idioma nativo. Ella tiene 6 hijos y con sus gemelos en brazos –de un mes de edad– se aleja porque su casucha de palmera está a media hora de viaje en canoa y es casi de noche.
El profesor Nilo Barraza  que hace de traductor, lanza otra preocupación: los jóvenes acaban su secundaria pero no tienen medios económicos para seguir estudios superiores. El programa Nopoki es una alternativa de educación  superior gratuita pero solo para quienes desean ser educadores y pueden costear su permanencia en Atalaya o movilizarse diariamente a esa ciudad con viajes de ida y vuelta de dos horas o más.
"¿Beca 18? ¿Qué es?", refiere Félix Vásquez Sánchez (17), para quien el promocionado programa estatal de ayuda a estudiantes de escasos recursos no significa nada.
NEGOCIO EQUITATIVO
Los nativos de Puerto Esperanza tienen ahora una oportunidad de negocio más equitativo de su madera, que impulsa el proyecto Amazonía Viva (financiado por la comunidad europea) que no están dispuestos a perder.
Tras haber logrado la aprobación del plan de manejo de bosques que obliga la ley y la certificación de sus recursos forestales, que le garantiza mayores oportunidades de venta, la comunidad ha firmado un contrato con el Consorcio Forestal Amazónico (CFA) para la tala de madera que le permitirá obtener casi medio millón de soles en la quincena de noviembre y una cantidad similar durante los 19 años siguientes.
Este acuerdo, a diferencia de otros contratos, es ambientalmente responsable, pues el CFA está certificado por el ForestStewardship Council- FSC, que garantiza que todas las operaciones realizadas en el bosque se hagan con el menor impacto posible sobre los animales y plantas. Los nativos pagarán la tala con madera, pero la de mayor precio será para ellos.
Para evitar dudas del cumplimiento de la certificación, 6 comuneros –previamente capacitados por Amazonía Viva– fiscalizan a diario la tala y arrastre de la madera hacia el puerto de Galilea de donde será llevada a Pucallpa por el comprador final. Además, vigilan el cumplimiento de las normas de seguridad y que las quebradas, por donde discurre el agua, no sean contaminadas.
Con las ganancias, los nativos prevén financiar el plan operativo anual del bosque 2013, la construcción de la posta médica y el arreglo del local comunal. El dinero restante será repartido entre las 78 familias, unos 1500 soles para cada una, que con seguridad jamás pensaron tener.

Modelo de negocio podría replicarse

La tala y el comercio ilegal de madera es difícil de controlar en Ucayali, admite el director de recursos naturales y gestión de medioambiente de la región Ucayali, Franz Tang Jara.
En Pucallpa se procesan ingentes cantidades de madera extraída en Ucayali y en Loreto. Los madereros, con argucias, "blanquean" la madera ilegal y es casi imposible evitar que lo hagan.
Según cifras estimadas este ilegal negocio mueve entre 30.000 y 100.000 millones de dólares en la amazonía y África central.
Tang sostiene que la acción represiva es insuficiente, por lo que es la práctica sostenible del bosque la solución a esos ilícitos negocios. Por ello considera que debería replicarse el modelo de negocio de Puerto Esperanza "en el que ganan los comuneros y el mundo".
INTEGRANTES :
VALDIVIA WONG ENZO FABRIZZIO
RENGIFO PIZANGO LEWIS ALEXIS
AREVALO BARDALEZ SASKIA
ALUMNOS DEL 3 E - CMSPP  

http://www.larepublica.pe/30-10-2012/nativos-tienen-una-alternativa-para-combatir-tala-ilegal-y-narcotrafico

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